jueves, 8 de febrero de 2007

El artista que se enamoró de su obra.


Pigmalión era un rey de Chipre que se enamoró de una estatua de Afrodita. El poeta latino Ovidio le presenta como un escultor que había creado una estatua de marfil en la que había plasmado su ideal de femenino. Apasionadamente enamorado de su creación, dirigió fervorosas plegarias a Afrodita y esta, conmovida, insufló vida a la materia inanimada. Pigmalión tuvo de ella una hija, llamada Pafo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta esa historia


Se enamoró de su creación!

Anónimo dijo...

Ojala se pudiera hacer de barro al hombre perfecto y hacerlo vivir....pero como no se puede pues a seguir buscando...a amenos que encontremos a un hada con una barita magica no??...el que la encuentre que le de mi telefono!!

Aina dijo...

Holaaaa Rodavlas! Me encanta esa historia, gracias por recordarla en tu blog! aunque enamorarse de algo perfecto... suena muy aburrido... un abrazo y ánimo con los examenes!

Anónimo dijo...

es muy bonita la historia, podria ser real sobre todo para utilizarla cuando alguien nos falta. saludos.

Unknown dijo...

que bonito, se enamoro de su obra...besos

J77 dijo...

Que historia más bonita...

Abrazos

Anónimo dijo...

pues siempre te quedara la esperanza de poder enamorarte de una de tus obras así que ten cuidado.

Y a ti maria decirte que tu ada esta cerca...

Besos.

Anónimo dijo...

Espero que mis obras nunca tomen vida, que si no,que miedo... Una mujer gorda azul,tres piernas de mujer con una oreja gigante, una vieja de alambre con un gato....