Hace poco, pensé en ti… te veía y creía que era un sueño, un sueño que se cumplía en la realidad… un tacto palpable, una mirada que no llegaba hasta mis puntos de fuga, sino más cerca, un olor, probablemente a colonia Arquilson men un sonido, que procedía de tu voz en silencio, puesto que te gustaba más escuchar que hablar, ver y pensar…
¿En qué pensabas por aquellos años?
Antes, mi mochila estaba rota y no tenía aguja para coser, y en cada paso que daba… por mi rotura perdía un lápiz…otro lápiz… y entraban pelusas. Mientras tanto, tú, te encontrabas entre cristales, entre licor, entre azulejos, entre simples vigas de escayola que por su buena pintura hacia hacerla maciza…. Maciza como mi paciencia, nuestra paciencia.
Mi vida contigo, se puede resumir en un viaje, de columpio coloreado, cuatro que podrían formar nuestras iniciales… (Que bien estaba ese amasijo de hierro pintado por nosotros en la parcela de los Perales) pero a la vez, rodeados de cadenas… y mas cadenas… y mas… que por millones de risas que diéramos, siempre nos encontrábamos entre ellas, entre tus brazos, entre tu espacio limitado para nosotros,… el que tú querías…
Mientras tanto… encontré aguja, me cubrí con mi paraguas cuando llovía fuerte, y suerte que tenía un clinex en mi mesita de noche, para aquellas noches que me gustaba pensar en un futuro, y no te veía. Pero lo más importante, es que verdaderamente encontré la misma figura que debías de engendrar… la misma y mejor. Mi verdadero apoyo, mi verdadera columna…mi madre.
¿En qué pensabas por aquellos años?
Antes, mi mochila estaba rota y no tenía aguja para coser, y en cada paso que daba… por mi rotura perdía un lápiz…otro lápiz… y entraban pelusas. Mientras tanto, tú, te encontrabas entre cristales, entre licor, entre azulejos, entre simples vigas de escayola que por su buena pintura hacia hacerla maciza…. Maciza como mi paciencia, nuestra paciencia.
Mi vida contigo, se puede resumir en un viaje, de columpio coloreado, cuatro que podrían formar nuestras iniciales… (Que bien estaba ese amasijo de hierro pintado por nosotros en la parcela de los Perales) pero a la vez, rodeados de cadenas… y mas cadenas… y mas… que por millones de risas que diéramos, siempre nos encontrábamos entre ellas, entre tus brazos, entre tu espacio limitado para nosotros,… el que tú querías…
Mientras tanto… encontré aguja, me cubrí con mi paraguas cuando llovía fuerte, y suerte que tenía un clinex en mi mesita de noche, para aquellas noches que me gustaba pensar en un futuro, y no te veía. Pero lo más importante, es que verdaderamente encontré la misma figura que debías de engendrar… la misma y mejor. Mi verdadero apoyo, mi verdadera columna…mi madre.
5 comentarios:
Muy bonito rodavlas.
Abrazos.
Qué texto más sentido rodavlas...
Un abrazo portuense...
Que lindo texto, pasaba a conocer, vengo de todounmundo, ando de viaje, tengo las alas abiertas, estoy en pleno vuelo.... entre las plumas que caen de mi, va un abrazo....
Iba a decir exactamente lo mismo que arteneus :)
Bonita moto: sencilla y manejable, que es lo que se necesita para andar por la ciudad.
Un saludo.
Pues no te preocupes... y mira firme hacia el horizonte.
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