J.A Huguét Pretel. (Profesor Titular de Dibujo del Natural) Facultad de BBAA Sevilla.
Peces sin agua, ni comida, ni ascensor que suba y baje “hasta el cielo” ni escaleras con peldaños roto, ni nuez en el bolsillo derecho como amuleto, ni chincheta que clave, ni paño sucio (amarillo), ni carbón que “pinte” negro, ni goma que borre, ni respiración nerviosa, ni paralelo, ni nota en el corcho, ni mano que señale cuando no se debe, ni horario justo… por el tren.
Porque yo, me propongo a hacerlo, así como ves, estoy del revés, y con los pies descalzos, pero entendiéndolo, tengo el presentimiento de que empieza la acción, ya que el veneno que tomé al principio de entrar aquí, lo estoy llevando por las venas, por cada pelo que se me cae, por cada lagrima que echo (adiós) por cada roce de mi yema sobre papel gris, comprado en el pasaje, y ese veneno pasea de nuevo por mis trazos, inconclusos, que se crean formando “algo” una forma, un concepto, una idea, que después se queda en el tres por segunda.
Y el amor que ves, puede estar tal vez a un marco nuevo sin ilustración, sin encaje y sin cristal con pelusas por arriba, con telarañas y con “bichitos” de humedad, de los que me dan miedo. Pero creo que empiezo a entender, y veo como te sientas en esa silla abandonada en una clase, manchada de polvo negro disparado por un trapo traído de casa, y lavado hasta producido el desgaste, riéndote y pensando en que numero me consignas, y por ti, no digo que no se ingles, pero me hace caer mas abajo de la línea de tierra porque tengo el presentimiento de que voy en paralelo, y por la acera de la derecha, escuchando mi canción, hasta que me revienten mis tímpanos, para no escucharte y del coraje, hace que la mañana sea fría y ese relente me hace despertar de mis sueños, de mis sueños que vuelan, hasta que se parte el frasco y cae haciéndose añicos, destrozándose, todas mis ilusiones, todas mis ideas, todos mis números de mi cabeza todos mis propósitos, como una marioneta cuando se le parte un hilo y va al desván.
Y voy mirando voces, que me aconsejan, y voy saboreando ojos, que me miran, y escucho manos que me señalan, y toco el ácido de este veneno, y huelo, este olor “negro carbón” como el que una vez cogí para plasmar uno de mis sueños… tener un 5... y ahora viene la cuesta, (de Septiembre) soportar sobre mis espaldas, un granito más, una más… ¡¡para por la tarde¡¡
Por más vueltas q le doy… mas grande es mi camino…